De hábitos y compromisos

Eli Szein
16 marzo 2022

Dime cuáles son tus hábitos y te diré cuáles son tus compromisos. Las acciones que realizamos, tanto de las que somos conscientes como de las que no, nos muestran básicamente cuáles son nuestros intereses. Y cuando me refiero a acciones, me refiero al término amplio: desde lo que decimos, hasta cuáles son nuestras rutinas matinales hasta cómo caminamos, hasta en qué pensamos. ¿Cuánto nos conocemos desde esta perspectiva?

La semana pasada, el Día de la Mujer me hizo pensar en este concepto de no ser conscientes de lo que hacemos, de cómo nuestras acciones y no acciones afectan a terceros, al punto de moldear en conjunto nuestras comunidades y sociedades. Los sociólogos podrán seguramente hablar sobre lo que Pierre Bourdieu se refería al “habitus”, es decir, la forma de ser de una sociedad si miramos sus hábitos como un todo. Lo que nos estamos dando cuenta en Argentina, por dar un ejemplo muy simplificado, es que, si no cambia el hábito de los hombres de no alzar la voz cuando escuchan o ven a otros hombres agrediendo a una mujer, difícilmente avancemos en relación con la violencia de género.

Sobre esto, se me ocurrió preguntarme qué es posible hacer de forma individual. ¿Somos capaces de tomar el camino ético y mirarnos honestamente al espejo, y ver qué acciones estamos tomando -cuáles son nuestros hábitos- para forjar nuestra sociedad? No solamente en relación con el género, sino en relación con todos los temas: raza, grieta, pobreza, etc. Tomando la idea Aristotélica de que el todo es mayor a la suma de sus partes, ¿de qué parte nos hacemos cargo? Esto a su vez me recuerda al concepto revelado por Argyris cuando estudió la conducta en organizaciones sobre la diferencia entre teoría adoptada y teoría en uso.

La teoría adoptada implica lo que decimos que hacemos o haríamos, mientras que la otra se refiere a lo que realmente hacemos. Lo que Argyris halló de manera empírica -observando a las personas trabajando- fue que existe una amplia brecha entre ambas teorías. En esencia, lo que pensamos que hacemos muchas veces no se condice con lo que verdaderamente hacemos. Lo voy a repetir: como creemos que actuamos en ciertas situaciones muchas veces no es lo que en definitiva terminamos haciendo en esas mismas situaciones. Esto significa que tenemos que observarnos más detenidamente para superar el sesgo.

Volviendo al inicio, quizás un buen punto de partida sea preguntarnos: ¿A qué estamos comprometidos? Escribirlo en un papel, y luego agregar: ¿Cuáles de las acciones que realizo muestran ese compromiso? Si no podemos encontrar ninguno, podemos preguntarnos: ¿A qué creemos que deberíamos comprometernos? ¿Qué muestran mis hábitos y mis acciones sobre mis compromisos reales? ¿Qué puedo hacer para reducir la brecha? La autoconciencia puede ser un buen primer paso para alcanzar aquello que creemos deberíamos ser. Realmente.

English version

Acreditada en

Coaching Ontológico Profesional

AACOP Coach Ontológico Profesional
FICOP Coach Ontológico Profesional

info@eliszein.com